miércoles, 22 de agosto de 2007

ALGUNOS PECADOS DE LA LEY DE DEPENDENCIA

1. YA SE ESTÁ HABLANDO DE QUE LA FINANCIACIÓN ES DEFICIENTE.
“La Xunta cree que atender a los dependientes la llevará al déficit”. Algunos ya advertíamos esto, la ley de dependencia es humo y frustración al estilo PSOE. En los Servicios Sociales hemos vivido esto de forma dramática en numerosas ocasiones. Publicidad y publicidad que genera millones de solicitudes y esperanzas que acaban en frustración.
En cuanto a la financiación se establecen tres niveles de protección: el mínimo (fondos del Estado) no es suficiente para garantizar la prestación, el acordado se convenia con la Comunidad Autónoma y Galicia ya ha dicho que no es posible.

2. NO CABE DUDA DE QUE ESTA LEY TRAERÁ MÁS PRECARIEDAD PARA LOS DÉBILES DE LA SOCIEDAD.
Dada la deficiente financiación de esta ley ya se está planteando como la posibilidad más real en Galicia y en otras comunidades (prácticamente como única posibilidad de la ley) el abono de un sueldo a un familiar o a una persona que se encargue del cuidado. Esto significará mal pagar a la mujer y al inmigrante que se encarga del cuidado del viejo o persona con dependencia.

3. ESTA LEY SUPONE COMERCIALIZAR CON EL AMOR Y “UN CAMBIO EN LAS OBLIGACIONES MORALES”.
El cuidado de los viejos y niños es y debe ser responsabilidad de la familia. Desde las instituciones lo que se debe hacer es garantizar el acceso a los bienes comunes: cultura, educación, ocio, trabajo,… y apoyar a la familia; pero la gratuidad y el amor no se pagan. De hecho son impagables. El CIS no ha logrado cuantificar tanta gratuidad pero sí ha llegado a una conclusión: las familias que menos recursos económicos tienen son las que más se encargan de cuidar a las personas dependientes. En la medida en que hay más nivel adquisitivo esto se hace menos. En la medida en que hay más dinero, hay menos solidaridad.
En foros profesionales se plantea “un cambio en las obligaciones morales”, se trataría más bien de un paso de la moralidad a la inmoralidad. Lo ilustra una encuesta del CIS, en la que se preguntaba a los ciudadanos españoles: “¿Quién debe atender al mayor?” Sudando frío ante la idea de “sacrificarnos” por padres o abuelos, sólo el 29% respondía “la familia”. Pero, ante la pregunta “¿Quién desea que le cuide a usted en la vejez?” ¡Oh, sorpresa!, el 79% prefería sin duda ser cuidado por la familia. Por supuesto, el criterio, a mi medida.
España está a la cola en ayudas a la familia, dedicando siete veces menos que la media europea. Por eso, la vicepresidenta de la Vega puede intentar vendernos esta ley como un gran avance (y decir cosas tan grotescas como que “Ningún anciano estará solo…”), pero sin una verdadera conciliación de la vida familiar y laboral el cuidado de los niños y los mayores se imposibilita. A esto juegan los contratos basura y la movilidad que se exige a los trabajadores, la desprotección a la familia numerosa, los obstáculos para educar a los hijos como decidan los padres…

Desde el partido SAIn apostamos por el PROTAGONISMO POLÍTICO de la FAMILIA frente a la tiranía del ESTADO y del MERCADO.