lunes, 29 de octubre de 2012
6º Aniversario de la muerte de un amigo: Julián Gómez del Castillo
Julián Gómez del Castillo nació el 10 de octubre de 1924 en la España del hambre. Nació en una familia obrera entregada al ideal de la justicia. Su padre, ateo y miembro dirigente de aquel PSOE militante, al igual que su abuelo, fue detenido tras la huelga general revolucionaria de octubre del 34 e ingresa en la cárcel. Saldrá en libertad vigilada en agosto del 35, para atender a su esposa enferma. Pocos días después, enferma su padre (siendo secretario general de la UGT de Granada), y muere. Su infancia le fue robada por el capitalismo. Muy pronto tuvo que trabajar y muy pronto se unió a las luchas sociales siendo capaz, con sus hermanos y otros niños, de obtener fondos para sostener huelgas. Recordaba con frecuencia cómo de niño metía en la cárcel los periódicos para su padre eludiendo la vigilancia carcelaria. Su madre ya viuda, cuando en 1936 estalla la Guerra Civil, se desplaza a la Felguera (Asturias), donde residía un hermano con 7 hijos, y se trae a cinco a casa. Ella luchó para que no les faltara el pan, aunque a ella le faltó muchas veces, y quiso evacuar a sus hijos antes de caer Santander en poder de Franco pero recibió la insolidaridad de los compañeros destacados de su padre. Julián con casi 19 años se convirtió al cristianismo y recibió el bautismo y entra en la militancia de la Juventud Católica. A partir de ese momento, lucha por la Justicia y vida cristiana formaron para él un solo cuerpo. En la militancia cristiana conoció a Trini, una joven obrera, con quien contrajo matrimonio cristiano del que vivirían 4 hijos de 11 que concibieron.
Su entrega al Ideal cristiano de Justicia se hacía vida, por aquellos años, en la promoción de centros culturales. Julián Gómez del Castillo conoce a Guillermo Rovirosa (hoy en proceso de beatificación) y lo acompañó desde la primera Asamblea de la HOAC hasta su muerte. Formó parte del grupo de conversos que dio solidez a esa organización desde la cual se lanza un periódico, el ¡Tú!, que Franco no dudó en cerrar. Aquellos militantes devolvieron la esperanza a una clase obrera completamente hundida y humillada: bufetes laboralistas, cursillos, hojas informativas, penetración en el sindicato vertical... todo servía para retomar la antorcha de la Solidaridad histórica de los pobres, mientras el PSOE iniciaba sus plácidas vacaciones en el exilio y abandonaba la promoción militante en España. El franquismo le persiguió sin piedad, llegando a padecer cárcel y todo tipo de controles. Junto a Rovirosa, fue el primer impulsor de la editorial ZYX, la editorial obrera más importante de la oposición franquista. Ya en épocas más recientes, fue el principal promotor del Movimiento Cultural Cristiano , la editorial Voz de los sin voz y a comienzos del tercer milenio teniendo en su corazón el drama de los pobres funda con otros militantes el partido Solidaridad y Autogestión Internacionalista (SAIn)