Cuenta la leyenda que cuando Ralph Waldo Emerson le preguntó a Henry
David Thoreau qué diablos hacía en una celda de la prisión de Concord
(Massachusetts), donde cumplía condena en el verano de 1846 por negarse a
pagar impuestos a un gobierno esclavista que quería comerse México, su
protegido le contestó con otro interrogante bastante más sagaz: “Y
usted, ¿qué hace ahí fuera?”. La anécdota le sirve a Pablo Seoane,
tradutor de Desobediencia civil y Vida sen fundamentos
(Positivas, 2002), para ilustrar la singularidad de Henry David Thoreau
(1817-1862) en el prólogo a un nuevo título del norteamericano en
gallego. Camiñandoacaba de ver la luz en el catálogo de Axóuxere Editora, justo cuando la editorial cumple su primer aniversario.
Elva Souto se ha encargado de traducir esta obra datada en 1861 y
concebida originalmente para su lectura en público. “Siguiendo su propia
actitud vital, el autor de Walden revisita lo salvaje como
sinónimo de libertad y hace una crítica de la domesticación del ser
humano y del exceso de normativización de la vida en sociedad”,
argumenta el editor Rafa Xaneiro. “Hay dos razones que explican por qué
Thoreau es todavía actual: su absoluta coherencia entre el pensar y el
actuar, que tanto echamos de menos, y su lucidez, porque vio hace 150
años lo que hoy estamos viviendo”.
“El mejor gobierno
es el que tiene que gobernar menos”