Queremos hacernos eco de esta buenísima experiencia que han tenido estos jóvenes con algunas de las esculturas corporales que han hecho en Madrid para denunciar el hambre, el paro, la explotación y esclavitud infantil, la prostitución, las drogas....
Ellos no se conforman con lo que les estamos dando los adultos, quieren un mundo de justicia y solidaridad y así lo están gritando durante toda la marcha. Saben que este es el camino.
Ánimo, chicos y felicidades. ¡Que no decaiga!