
Rafael parece el director, pero es un parado más que viene de tramitar sus papeles. Gerente, 49 años. "Es increíble. Yo mismo me encargué en mi empresa de liquidar a varios trabajadores. Y ahora me liquidan a mí. No sé qué voy a hacer. Aún estoy en estado de shock". Durante dos años va a cobrar el subsidio de desempleo, pero sabe que eso es pan para hoy y hambre para mañana: "¿Quién me va a contratar con mi edad y mi categoría? Yo sé perfectamente cuáles son los criterios que utilizan las empresas, porque a mí me los exigían a la hora de incorporar personal. Y sé que tengo el peor perfil para ello".