El diálogo surgido entre las más de 80 personas que asistieron al acto fue muy vivo y relacionado con aspectos actuales de la vida social y política.
Uno de los aspectos finalmente destacados por el ponente fue el que no es cristiano decir "yo no puedo hacer nada". Todos podemos hacer algo, unos más y otros menos. Y Dios no nos va a pedir hacer algo que no podamos, pero tampoco nos va a exigir menos de lo que realmente podemos dar.
La encíclica de Benedicto XVI sobre la caridad en la verdad es un documento valiente para un mundo que necesita de Dios para humanizarse.
Sin Dios no podemos nada. Con Dios lo podemos todo.